lunes, 26 de septiembre de 2011

Quinto encuentro (Semana Bíblica): Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios


Llegamos al quinto encuentro de la 18a Semana Bíblica centrada este año en el tema de las Bienaventuranzas.  Estamos utilizando los textos tomados de: Equipo Nacional de Biblistas, CENECAT (Centro Nacional de Catequesis). 2011. 18a Semana Bíblica: Las Bienaventuranzas (Mateo 5:1-11).  CENECAT, Costa Rica. 58 p.  Los textos se han resumido y adaptado para presentarlos en este blog.

Con las Bienaventuranzas, Mateo se preocupa por trazar los rasgos que han de caracterizar a los seguidores de Jesús.  No es posible proponer la Buena Noticia de Jesús de cualquier forma.  Esta Palabra sólo se difunde si está respaldada por actitudes evangélicas.  Las Bienaventuranzas nos indican el espíritu que ha de inspirar la actuación de los discípulos mientras peregrinamos hacia el Padre.  Sólo así hemos de caminar hacia el futuro.

Nos escuchamos

Las angustiosas situaciones de violencia e injusticia por las que atravesamos, se ven agravadas por la corrupción generalizada de los gobernantes y líderes en nuestro país.  "Es también alarmante el nivel de la corrupción en las economías que involucra tanto al sector público como al sector privado, a lo que se suma una notable falta de transparencia y rendimiento de cuentas a la ciudadanía... (DA, 70).  ¿Qué significa ser una persona honesta, de recta intención? ¿Hemos conocido u oído hablar de personas en nuestra comunidad, país o continente que han manifestado un corazón compasivo y solidario?

Escuchamos la Palabra de Dios

Invocación al Espíritu Santo


Encendemos una vela

Leemos en silencio y lentamente:

"Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó y sus discípulos se le acercaron.  Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios (Mt 5, 1.8)."


Reflexionamos

¿A quién va dirigida esta Palabra? ¿Qué significa "subió al monte? ¿Por qué Mateo destaca esto? ¿Qué significa que Jesús se sentó? ¿Qué actitud supone "limpio de corazón? ¿Por qué es importante guardar en la memoria y en la actuación esta bienaventuranza en medio de nuestra realidad?

En la Biblia ¿qué significa?:

 Corazón: ver Sal 24; Sal 16;  Sal 76; Sant 4, 8; Jer 24, 7-31.32-34; Ez 36, 25-27; Mt 7, 20-21; Mt 15, 18-19; Mt 23, 24.

ver a Dios: ver Ex 19,21; 33,20; Is 6, 5; 1Co 13, 12; Ap 22, 3-4; Is 38, 11; Sal 42; Sal 16,15.  Ver a Dios es una promesa para el final de los tiempos (Ap 21,22).

Vamos más a fondo

Es conveniente tener presente el sentido bíblico de la palabra corazón, que va más allá de lo que se entiende como las emociones, los afectos y los sentiemientos.  

El término corazón designa la raíz profunda de la personalidad humana; podríamos decir es la fuente donde brotan los pensamientos, los deseos y las decisiones de la persona.  El Dios de la Vida nos ha dado a los seres humanos un corazón para pensar y con capacidad de discernir entre el bien y el mal.  Veamos los siguientes pasajes: 1 Reyes 3,9:  " Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?".  Daniel 2, 30:  "Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón."  Como vemos en el corazón se forjan los proyectos y se decide su ejecución y de él procede lo que sale de la boca (Mt 15,18).  Por esa razón, no es el alimento lo que hace impura a la persona, sino las malas intenciones y los actos que nacen de su corazón (Mateo 15,20).

En el Antiguo Testamento se le atribuye gran importancia a la pureza ritual.  Para ofrecer un culto agradable a Dios, es necesario un corazón puro.  La pureza de corazón se va a manifestar en la adoración al Dios único y verdadero que busca la solidaridad con el hermano (Sal 24, 4; Sal 15 (14), 2-5; y a su vez conduce a bucar la mirada de Dios.  Los profetas también interiorizaron esa noción, de manera que la referencia a la pureza de corazón está muy presente en sus escritos.  El profeta Isaías 1,16 invita a transformar la conducta de acuerdo con el proyecto de Dios.  En este mismo sentido, el salmista dice: Crea en mí, un corazón puro (Sal 51,12), o el Salmo 24, 3-4 que nos dice: ¿quién subirá al monte del Señor? El de manos limpias y puro corazón.

Por eso Mateo, como conocedor de la tradición profética del pueblo de Israel, asume este sentido, haciendo memoria de las palabras de Jesús al referirse a los limpios de corazón como las personas que están interiormente libres de codicia, egoísmo y perversidad, cuyo comportamiento exterior corresponde a su ser más profundo, leales, transparentes y honestos con Dios y con el prójimo; muy contrario a la actitud de algunos escribs y fariseos fanáticos que se quedan en lo externo y en las apariencias: ¡Fariseo ciego, limpia primero por dentro la copa, y así quedará limpia por fuera! (Mt 23,26).

Para Jesús la limpieza de corazón implica, por tanto, la rectitud de intención.  Y proclama felices a los limpios de corazón porque ellos verán a Dios, no sólo en la vida futura, sino también en la presente, ya que Dios se mantiene fiel a su lado, dándoles fuerzas y acompañándolos a lo largo del camino.  Ellos, en medio de la situación de conflicto y crisis, verán la intervención de Dios, actuando a partir de su compromiso con un corazón sincero, transparente y auténtico a favor de la Vida.

Ver a Dios significa entonces entrar en comunión con él.  En la tradición judía, ver significa también experimentar; así, lo que para la persona resulta imposible - ver a Dios- se le concede mediante la pureza de corazón.  La Palabra nos recuerda que la visión de Dios nos asemejará a él.  Ver 1 Jn 3,2; 1 Co 13,12.  En la resurrección de los justos, se gozará de esta promesa.  Para el discípulo entonces, es importante tener presente que quienes se dejan instruir por Jesús, son capaces de ver claramente para ayudar al hermano (Mt 7, 3-5).

Con esta bienaventuranza, Jesús quiere dejar claro que la limpieza del corazón es un don de Dios que se manifiesta en la capacidad de amar, en la mirada recta y limpia para hacer vida el Proyecto de Dios, hacer realidad una sociedad más justa y solidaria, donde queden atrás el miedo, los prejuicios, la violencia, el rencor, la exclusión y la injusticia.  Como dice el Apóstol: lo que hay de verdadero, de honorable, de justo, de íntegro, de amable y de encomiable; todo lo que sea virtuoso y digno de alabanza, ténganlo en estima (Fil 4,8).

Los "limpios de corazón" son los simples, que no piensan de una manera y obran de otra, y son los que se dan sin reservas, como el agua fresca de la montaña que sacia la sed al caminante cansado.  Son los que se han atrevido con valentía a quemar todos los ídolos que promueve la sociedad de mercado y consumo.  Por eso la persona que tiene el corazón limpio y simple, tiene también una mirada luminosa.

El Padre Gonzalo Martín, sacerdote de Málaga, España nos acompaña en la reflexión de esta bienaventuranza explicando lo escrito por Benedicto XVI en su libro "Jesús de Nazareth". 


Escuchamos la invitación de la Palabra

Oramos

Señor ¿quién puede entrar en tu santuario?


Canto: Los limpios de corazón - Brotes de Olivo (cover)

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