Somos pequeños y grandes misioneros
Objetivo
Ayudar al niño a descubrir que Jesús lo llamó para formar parte del grupo de sus amigos y misioneros.
Contenido central
-A nosotros nos gustaría ser uno de aquellos amigos de Cristo que se sentaban a oírle, que conversaban, escuchando sus explicaciones.
-A Jesús no le vemos, pero está entre nosotros.
-Lo primero que tenemos que hacer es mostrar con nuestra vida la vida de Cristo, cada día sin cansarnos.
-Refiriéndonos al testimonio que debemos dar los bautizados, Cristo dijo estas palabras: "Ha de lucir vuestra luz ante los hombres para que viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" Mt 5, 16.
Metodología
-Compartir experiencias sobre el llamado misionero que nos ha hecho Jesús
-Recoger y comentar testimonios
-Recopilar canciones, poemas, dibujos, historietas, donde se trate el tema: soy pequeño pero grande misionero
Motivación
Amiguitos, que encuentro más maravilloso, somos los amigos de Jesús, por eso cantemos con mucho entusiasmo:
Yo tengo un amigo que me ama,
me ama, me ama,
Yo tengo un amigo que me ama,
su nombre es Jesús
Que me ama, que me ama, que me ama,
con su tierno amor (2).
Semilla misionera
Dibujamos en un tablero, en una cartulina o en otro medio, una carita alegre y otra triste. Bajo la cara triste vamos a anotar lo que los niños contesten a la pregunta ¿qué es lo que yo hago con mi amiguito que lo pone triste? Y en la cara alegre lo que respondan los niños a la pregunta: ¿con qué cosas hago que mi amiguito se ponga feliz?
Compartamos escuchando a Jesús
"Pero yo os digo que el que se irrite con su hermano será llevado a juicio; el que insulte a su hermano será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo injurie gravemente será llevado al fuego. Por tanto, si al llevar tu ofrenda al altar te recuerdas allí que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda delante del altar y vete antes a reconciliarte con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda" Mt 5, 22-24.
Como ves amiguito algunas cosas que decimos o hacemos ponen tristes a nuestros amiguitos, el mensaje que les damos con groserías o malas palabras no es de amor, es de tristeza. Para disculparnos con nuestros amiguitos vamos a decir con las palmas al tiempo: Cuánto te quiero Señor, cuánto te quiero papá, cuánto te quiero amigo, cuánto que no puedo cantar. Cuánto me quiero yo, cuánto, cuánto a ti mamá, cuánto a ti hermanito, perdón si te he hecho llorar.
Ahora vamos todos a pedir perdón, si hemos ofendido a algunos de los niños presentes o al catequista.
Seremos misioneros
Repetiré "Soy pequeño grande misionero". Traeré un dibujo sobre esa frase.
Oración
¡Oh! Buen Jesús, creemos que estás verdaderamente presente entre nosotros. Cuando veamos a alguien que nos necesita, danos tu espíritu de amor y aprecio para que le ayudemos. Cuando veamos a alguien contento danos tu espíritu de amor para que nos alegremos juntos. Amén.
Recordemos
"Somos misioneros como los apóstoles".
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