sábado, 6 de agosto de 2011

La Transfiguración del Señor


Hoy se celebra la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo.  El relato de San Mateo de hoy (17, 1-9) nos hace reflexionar sobre:
  • Subir con Jesús al monte (oración)
  • Allí ser partícipe de la experiencia divina, la realidad sobrenatural de las cosas
  • Nuestra fragilidad que busca el consuelo y lo "lindo"
  • Caer en cuenta que Jesús sigue estando aquí con uno
Ver a Dios.  Necesitamos pureza para poder verlo, para poder ver con ojos sobrenaturales, la realidad. 
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios (Mt 5, 8)
"La pureza de corazón prepara para la visión de Dios cara a cara en la dimensión de la felicidad eterna. Sucede así porque ya en la vida temporal los limpios de corazón son capaces de ver en toda la creación lo que viene de Dios. En cierto sentido, son capaces de descubrir el valor divino, la dimensión divina, la belleza divina de toda la creación. De alguna manera, la bienaventuranza del sermón de la Montaña nos indica toda la riqueza y toda la belleza de la creación, y nos exhorta a saber descubrir en cada cosa lo que procede de Dios y lo que lleva a él. En consecuencia, el hombre carnal y sensual debe ceder, debe dejar lugar al hombre espiritual, espiritualizado. Es un proceso profundo, que supone esfuerzo interior. Sostenido por la gracia, da frutos admirables.


La pureza de corazón es, por tanto, una tarea para el hombre, que debe realizar constantemente el esfuerzo de luchar contra las fuerzas del mal, contra las que empujan desde el exterior y las que actúan desde el interior, que lo quieren apartar de Dios. Y, así, en el corazón del hombre se libra un combate incesante por la verdad y la felicidad. Para lograr la victoria en este combate, el hombre debe dirigirse a Cristo: sólo puede triunfar si está robustecido por la fuerza de su cruz y su resurrección. «Crea en mí, oh Dios, un corazón puro» (Sal 50, 12), exclama el salmista, consciente de la debilidad humana, porque sabe que para ser justo ante Dios no basta el esfuerzo humano."

Tomado de: 
5 de Agosto de 2010
S.S. Juan Pablo II, Dichosos los limpios de corazón
http://multimedios.org/docs/d000536/


ORACIÓN

Señor Dios, que en la gloriosa transfiguración de Jesucristo confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de Moisés y de Elías, y nos hiciste entrever en la gloria de tu Hijo la grandeza de nuestra definitiva adopción filial, haz que escuchemos siempre la voz de tu Hijo amado y lleguemos a ser un día sus coherederos en la gloria.  Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

Amén.

Tomado de: Liturgia de las horas - Laudes 6 de agosto.

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