Cuando se acerca la fiesta de la "Negrita" como le decimos a Nuestra Señora de los Ángeles en Costa Rica, me entran diferentes pensamientos y emociones. Pero es que esta piedrita tan pequeñita me remite a una sola palabra: Madre. Esta fiesta más que ninguna me recuerda y me hace sentir que la Santísima Virgen es mi madre. La Negrita es la madre de todos los ticos, y de todos los cristianos, de todos los hombres. ¡Qué misterio!
Mi papá siempre ha sido peregrino en la Romería, la peregrinación de los costarricenses hacia el Santuario Nacional, y me contaba alguna vez que mi abuelo, la visitaba desde Limón (nuestro puerto del Caribe). Entonces entiendo cómo silenciosamente esta hermosa advocación ha llegado hasta mí, y me provoca sentimientos tan cercanos a la madre de Nuestro Señor, mi madre, nuestra madre.
Este año se cumplen 375 años del hallazgo de la imagen, y la Iglesia de Costa Rica ha decretado el año jubilar mariano hasta el 2 de agosto de 2011. ¡Entonces hay que aprovechar!
El año pasado no tuvimos romería, una locura... ¿cómo? no, no hubo, la gripe, la salud pública, etc. Entonces uno ve actuar la providencia. Se pone las botas la Virgen, y es ella quien va visitar a sus hijos. ¡Eso hizo! La imagen peregrinó por toda Costa Rica. No sé, estas cosas de la Virgen me estremecen el corazón.
El asunto de la romería es muy importante en estos días, la pregunta más lógica a cualquiera es: ¿vas a ir a la romería? ¿con quién? Porque hay que tener claro que:
nada más mueve a nuestro pueblo en forma tan evidente y multitudinaria. Ni siquiera el fútbol.
¡Entonces romeros, a pie o virtuales, a caminar con la Virgen, a caminar!
Mañana es celebración de la fiesta de la Virgen del Monte Carmelo, más popularmente conocida como Virgen del Carmen, en muchos lugares conocida como Virgen del Mar.
Breve historia del Escapulario
En el Medioevo muchos cristianos querían unirse a las Ordenes religiosas fundadas entonces: Franciscanos, Dominicos, Agustinos, Carmelitas. Surgió un laicado asociado a ellas mediante las Confraternidades. Las Ordenes religiosas trataron de dar a los laicos un signo de afiliación y de participación en su espíritu y apostolado. Este signo estaba constituido por una parte significativa del hábito: capa, cordón, escapulario. Entre los Carmelitas se estableció el Escapulario, en forma reducida, como expresión de pertenencia a la Orden y de compartir su devoción mariana.
El "Escapulario" en su origen era un delantal que los monjes vestían sobre el hábito religioso durante el trabajo manual. Con el tiempo asumió el significado simbólico de querer llevar la cruz de cada día, como los verdaderos seguidores de Jesús. En algunas Ordenes religiosas, como el Carmelo se convirtió en el signo de la decisión de vivir la vida como siervos de Cristo y de Maria.
La historia del escapulario está ligada a San Simón Stock, Superior General de la Orden del Carmen, a quien Juan Pablo II llamó (24.9.1983) "el Santo del Escapulario". A él se debe de hecho la Aparición y Promesa del santo Escapulario del Carmen con los enormes beneficios que han venido a toda la humanidad por medio de este Sacramental Mariano durante estos más de siete siglos que cuenta de vida.
Rezaba así San Simón Stock cada día pidiendo por su Orden:
"Flor del Carmelo Viña florida esplendor del cielo; Virgen fecunda y singular; oh Madre dulce de varón no conocida; a los carmelitas, proteja tu nombre, estrella del mar.
Se le apareció la Virgen rodeada de ángeles según la tradición del 16 de julio de 1251- y le mostró el santo Escapulario de la Orden diciéndole: "Este será el privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él no padecerá el fuego eterno, es decir, el que con él muriere se salvará".
El Escapulario simbolizó el vínculo especial de los Carmelitas a María, Madre del Señor, expresando la confianza en su materna protección y el deseo de seguir su ejemplo de donación a Cristo y a los demás. Así se ha transformado en un signo Mariano por excelencia.
Actualmente el Escapulario de la Virgen del Carmen es un signo aprobado por la Iglesia y propuesto por la Orden Carmelitana como manifestación del amor de María por nosotros y como expresión de confianza filial por parte nuestra en Ella, cuya vida queremos imitar.
¿Qué es el escapulario?
El Escapulario ahonda sus raíces en la larga historia de la Orden, donde representa el compromiso de seguir a Cristo como María, modelo perfecto de todos los discípulos de Cristo. Este compromiso tiene su origen lógico en el bautismo que nos transforma en hijos de Dios.
De esta manera, la Virgen nos enseña a vivir nuestra vida cristiana como ella vivió la suya:
-Viviendo abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida;
-Escuchando la voz de Dios en la Biblia y en la vida, poniendo después en práctica las exigencias de esta voz;
-Orando fielmente, sintiendo a Dios presente en todos los acontecimientos;
-Viviendo cerca de nuestros hermanos y a ser solidarios con ellos en sus necesidades.
El escapulario es:
un signo "fuerte" aprobado por la Iglesia desde hace varios siglos, ya que representa nuestro compromiso de seguir a Jesús como María: * abiertos a Dios y a su voluntad
* guiados por la fe, por la esperanza y por el amor
* cercanos al prójimo necesitado
* orando constantemente y descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias
• un signo que introduce en la familia del Carmelo
• un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo la protección de María Santísima.
No es:
• ni un objeto para una protección mágica (un amuleto)
• ni una garantía automática de salvación
• ni una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana, al revés!
Canción "Pequeña consagración" del grupo Magnificat:
Una hermosa musicalización de la oración de San Simón Stock "Flor del Carmelo", interpretada por hermanas carmelitas misioneras de varias demarcaciones de América Latina. Con una introducción del Primer libro de los Reyes sobre el encuentro de Elías con Dios en el Monte Horeb:
Tuvimos todo un mes para vivir, recordar, profundizar nuestra vocación, nuestro llamado a dejarnos amar. Quisiera compartir varias cosas, para continuar en la meditación del amor.
Una lectura, una canción y una historia. Todo nos invita a escuchar la voz de un Dios enamorado de nuestra alma. ¡Gracias Padre, Gracias Jesús, Gracias Espíritu Santo!
"DÉJATE AMAR" - Sor Isabel de la Trinidad
"El Señor la ama enormemente". La ama con aquel amor de predilección que el Maestro tuvo aquí en la tierra a algunas personas y que las llevó tan alto. él no le dice como a Pedro: "¿Me amas más que éstos?". Madre, escuche lo que a usted le dice: "¡Déjate amar más que éstos!". Es decir, sin temer que algún obstáculo pueda ser obstáculo para ello, pues yo soy libre de derramar mi amor sobre quien me plazca.
"Déjate amar más que éstos": ésta es tu vocación. Siendo fiel a ella, me harás feliz, pues así ensalzarás el poder de mi amor. Y ese amor podrá rehacer lo que tú hayas deshecho. "Déjate amar más que éstos"...
...Madre, déjese amar más que los demás. Eso lo explica todo y evita que el alma se asombre...
Madre, "déjese amar más que éstos". Así quiere su Maestro que usted sea alabanza de gloria. Él se alegra de poder construir en usted, mediante Su amor, para Su gloria. Y quiere hacerlo Él solo, aunque usted no haga nada para merecer esa gracia, a no ser lo que sabe hacer la criatura: obras de pecado y de miseria... Él la ama así. Él la ama "más que a éstos". Él lo hará todo en usted y llegará hasta el final. Pues cuando Él ama a un alma hasta ese punto y de esa manera, cuando la ama con una amor inmutable y creador, con un amor libre que todo lo transforma según su beneplácito, ¡entonces esa alma volará muy alto!
Una canción vocacional
Vocación al amor - Jesed:
La historia de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús - Hermanas de la Visitación: