Muchas veces, nos desanimamos, nos detenemos, nos estancamos porque pensamos que no hacemos suficiente, no logramos todo lo que planeamos, no somos todo lo que queremos... La tentación nos acecha y muchas veces se lleva la tan preciada paz del corazón.
¿Qué puedo hacer yo? Seguir adelante. Es simple. Es duro. Pero Él va con nosotros. ¡Sonreír y confiar! ¡Amar en voz alta! ¡Vivir! ¡hay que seguir!
Aquí una canción que nos puede animar y acompañar.
Oración de entrega a Dios (Foucauld)
Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea,
te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Padre.
Aquí una canción que nos puede animar y acompañar.
Oración de entrega a Dios (Foucauld)
Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea,
te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Padre.
Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
Amén.
Tomada de: Urrutia, JL. Nuevo Devocionario. Librería Espiritual, Ecuador. p. 389.
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