Diciembre 2011
A partir de este nuevo año litúrgico vamos a seguir compartiendo un breve comentario mensualmente que replica la síntesis que se entrega en la pequeña hojita que distribuimos en papel. Esperamos sea un incentivo a orar por las intenciones de nuestro Pastor, y a hacerlo con más conciencia de los problemas por los que se nos pide orar.
Intención General: Para que todos los pueblos de la tierra crezcan en la concordia y la paz por medio del conocimiento y el respeto mutuos.
Intención Misional: Para que los niños y jóvenes sean mensajeros del Evangelio y para que su dignidad sea siempre respetada y preservada de toda violencia y explotación.
Reflexión
Intención general
El deber de respetar la dignidad de El deber de respetar la dignidad de cada ser humano,
en el cual se refleja la imagen del Creador, comporta como consecuencia que no
se puede disponer libremente de la persona. Quien tiene mayor poder político,
tecnológico o económico, no puede aprovecharlo para violar los derechos de los
otros menos afortunados. En efecto, la paz se basa en el respeto de todos.
Consciente de ello, la Iglesia se hace pregonera de los derechos fundamentales
de cada persona. En particular, reivindica el respeto de la vida y la libertad
religiosa de todos. El respeto del derecho a la vida en todas sus fases
establece un punto firme de importancia decisiva: la vida es un don que el
sujeto no tiene a su entera disposición. Igualmente, la afirmación del derecho
a la libertad religiosa pone de manifiesto la relación del ser humano con un
Principio trascendente, que lo sustrae a la arbitrariedad del hombre mismo. El
derecho a la vida y a la libre expresión de la propia fe en Dios no están
sometidos al poder del hombre. La paz necesita que se establezca un límite
claro entre lo que es y no es disponible: así se evitarán intromisiones
inaceptables en ese patrimonio de valores que es propio del hombre como tal.
Un elemento de importancia primordial para la
construcción de la paz es el reconocimiento de la igualdad esencial entre las
personas humanas, que nace de su misma dignidad trascendente. En este sentido,
la igualdad es, pues, un bien de todos, inscrito en esa “gramática” natural que
se desprende del proyecto divino de la creación; un bien que no se puede
desatender ni despreciar sin provocar graves consecuencias que ponen en peligro
la paz. Las gravísimas carencias que sufren muchas poblaciones, especialmente
del Continente africano, están en el origen de reivindicaciones violentas y son
por tanto una tremenda herida infligida a la paz.
Comentario Pastoral
No hay relación de amor o concordia (que significa
literalmente "con-corazón”) sin conocimiento y respeto mutuo. No se ama
verdaderamente lo que no se conoce verdaderamente. No se conoce verdaderamente
lo que no se respeta en la igualdad y en la diferencia de un modo que de vida a
todos. La reconciliación es necesaria cuando esta relación mutua de
conocimiento profundo y de respeto discernido es rota. La reconciliación es una
de las tareas que se presenta siempre como desafío en el corazón de cada
cristiano, cada familia y grupo social, entre pueblos y naciones.
La oración es ponerse en contacto directo con la
fuente de amor divino que es capaz de perdonar lo imperdonable... y así sanar
toda herida de división e injusticia. En el amor insondable de Dios,
misteriosamente, toda reconciliación es posible. Esa es nuestra fe y esperanza,
esa es nuestra alegría. No es el odio el que tiene la última palabra sino el
Amor y la Paz.
PRIMER VIERNES
Viernes 02 de diciembre
Textos Bíblicos para la Celebración
Sal 85, 10-13 La Justicia y la paz se besarán
Ef 2, 14-22
Mt 5,9
Intención misional:
La imagen del Niño Jesús, con la ternura de su
infancia, nos permite además percibir la cercanía de Dios y su amor.
Comprendemos lo preciosos que somos a sus ojos porque, precisamente gracias a
él, nos hemos convertido a nuestra vez en hijos de Dios. Todo ser humano es
hijo de Dios y por lo tanto hermano nuestro y, como tal, debe ser acogido y
respetado. Que nuestra sociedad comprenda esta realidad. Entonces cada persona
sería valorada no por lo que tiene, sino por lo que es, pues en el rostro de
cada ser humano, sin distinción de raza ni de cultura, brilla la imagen de
Dios.
Esto vale sobre todo para los niños. En el Santo Niño
de Praga contemplamos la belleza de la infancia y la predilección que
Jesucristo siempre manifestó hacia los pequeños, como leemos en el Evangelio
(cf. Mc 10, 13-16). ¡Cuántos niños, en cambio, no son amados ni acogidos ni
respetados! ¡Cuántos son víctimas de la violencia y de toda forma de
explotación por parte de personas sin escrúpulos! Que se reserve a los menores
el respeto y la atención que se les debe: los niños son el futuro y la esperanza
de la humanidad.
Deseo ahora dirigiros unas palabras en particular a
vosotros, queridos niños, y a vuestras familias. Habéis venido en gran número a
encontraros conmigo y os lo agradezco de corazón. Vosotros, que sois los
predilectos del corazón del Niño Jesús, corresponded a su amor y, siguiendo su
ejemplo, sed obedientes, amables y caritativos. Aprended a ser, como él, el
consuelo de vuestros padres. Sed verdaderos amigos de Jesús y recurrid a él
siempre con confianza. Rezadle por vosotros mismos, por vuestros padres,
familiares, maestros y amigos, y rezadle también por mí. Gracias de nuevo por
vuestra acogida y de corazón os bendigo, mientras invoco sobre todos la
protección del Santo Niño Jesús, de su Madre Inmaculada y de San José.
Ofrecimiento Diario
Sagrado Corazón de Jesús
Por el Corazón Inmaculado de María
me consagro a tu Corazón
y me ofrezco contigo al Padre
en tu santo sacrificio del altar,
con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu Reino.
Te pido en especial por el Papa y sus intenciones
por nuestro Obispo y sus intenciones
por nuestro Párroco y sus intenciones
Amén.
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN VOS CONFÍO
Director: Pbro. José Ángel Durán Guzmán
Correo Electrónico AO - Tibás: aotibas@gmail.com
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