lunes, 5 de diciembre de 2011

Navidad en Familia: II Domingo de Adviento 2011



Nos acercamos y el tiempo pasa rápido, nos decía hoy el sacerdote, ¿cómo nos estamos preparando para la Navidad?

Como parte de la preparación de Adviento, un par de miembros del AO - Tibás participamos de un miniretiro impartido por el misionero comboniano, padre Mosqueta, famosísimo en estos lares.  Rescatamos y compartimos un par de cosas que pueden servirnos para profundizar este camino que estamos siguiendo para preparar la venida del Señor en Navidad.

La primera es su explicación (a modo de introducción) sobre la repetición de los tiempos litúrgicos en la Iglesia.  Podemos tener la impresión de que por repetirse siempre las mismas fiestas litúrgicas, es un círculo cerrado, sin progreso.  La liturgia es fruto de la pedagogía de la Iglesia que nos va conduciendo a un progreso espiritual.  Por ejemplo, las celebraciones de fechas importantes, se repiten. ¿por qué? por que detrás de la celebración hay un valor que queremos subrayar (cumpleaños = valor de la vida, aniversario de bodas = el amor que nos ha unido).  Pero los valores, no se asimilan de una sola vez, sino paulatinamente.  Si no los cuidamos aunque hayan alcanzado cierto nivel, se vuelve hacia atrás.  Esto también pasa en la vida espiritual por ejemplo con la vida de oración, debe ser constantemente alimentada.  La vida espiritual no es algo lineal, sino como una espiral en ascenso.  Vuelve sobre los mismos valores para perfeccionarlos y acrecentarlos.  En las celebraciones litúrgicas no solo actuamos nosotros sino también la gracia, y nos hace partícipes con mayor profundidad.  Cuando celebramos un misterio Cristo está actuando en nosotros y está aplicando en nosotros la gracia del misterio que estamos celebrando.  Es un memorial, y en cada memorial hay una gracia específica para los que participan.  El valor propio bíblico especial del tiempo de Adviento es la esperanza.  Es una esperanza activa.  En cada celebración litúrgica del misterio, Cristo viene con toda la riqueza de la gracia.  Cuánto recibo, depende de mí.

La segunda, está enmarcada dentro de la reflexión que hizo sobre la Virgen María como modelo del Adviento.  Ella fue la primera y la que mejor ha vivido el Adviento en toda la historia.  Si nos la da, debemos aprovechar, ella es modelo e intercesora.  Que la Virgen nos preste sus actitudes.

-Llena de Gracia.  Hay una iniciativa de Dios.  También en María no está primero la respuesta de ella al amor de Dios, sino primero el amor gratuito.  En griego, "llena de gracia" es mucho más preciso.  Tú eres la que ha sido llena de gracia desde el principio y hasta ahora (Inmaculada Concepción).  Nunca la ha alcanzado el pecado, ni de ella personal, ni el de Adán.

-No es el hijo del hombre.  Es hijo del poder y la gracia de Dios a través del Espíritu Santo.  La gracia de Dios, no la ha merecido María.  María ha dado la respuesta al don de Dios.  Respuesta: asombro.  Mide la distancia entre lo que ella es y el proyecto de Dios.  Nos sentimos pequeños, desproporcionados.  Hace una pregunta que no es duda, es aclaración.  ¿Cómo puede suceder esto si yo permanezco virgen?  el ángel responde.  Ella responde.  Yo soy la esclava del Señor...  Mi vida no es mía, Dios es mi Señor.  Amorosa, filial.  María no le entrega su vida a Dios a partir de la anunciación.  Nos damos cuenta que ha sido la actitud de siempre, pero la reafirma.  Ejemplo, Asumir en Adviento, abandonarnos en manos de Dios.  Dios es amor.  No se va a "aprovechar de mi vida", sino que la va a guiar.  Fíate de Dios.  Dios nunca entra en la vida de nadie para amargarle la vida al hombre.  Dios se ha amargado la vida por amor a nosotros.  No hay que pretender verlo todo, entendenderlo todo.  Se fía de Dios.  Tirarse al vacío, salto a los brazos de mi Padre.  María se entrega.  Visita a su prima Santa Isabel.  La gente llena de Dios siempre sorprende.  Se fue a prisa a servir a la anciana prima.  Se estima que son unos 150 Km de Nazareth a la montaña de Judea.  Denota una madurez, capaz de tomar decisiones, afrontar situaciones de la vida.  Juan Pablo II señaló que ese viaje es la primera procesión de Corpus.  Durante tres meses en la casa de la prima hace oficios domésticos, al servicio de los demás.  María anticipa actitudes que serán de Jesús.  Además, llega a compartir la gracia.  Isabel iluminada por el Espíritu Santo.  Primer acto de fe de Isabel.  María no lo había comunicado, Isabel conoció.  
Gracias a la Providencia Divina y al Padre Mosqueta por las luces que nos dejó para este año.  Ahora sí, compartimos el camino de la segunda semana de Adviento.


Segundo Domingo de Adviento: La servicialidad en la familia

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén.

Se enciende la vela del domingo anterior, se pagan las luces y se lee el Evangelio de san Marcos 10,43-45:
"No ha de ser así entre vosostros; antes, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate de muchos."
Esta es Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

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Vela

Se enciende la segunda vela de Adviento

Reflexión

Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: en nuestro hogar ¿cómo nos ayudamos unos a otros diariamente? y, como familia, ¿cómo ayudamos a otras familias? Cada miembro de la familia, si lo desea, puede responder en voz alta la respuesta.

Propósitos

Después de la reflexión anterior, cada quien pensará en un propósito para cumplir en la semana.

Acción de gracias

La madre de familia hace la siguiente oración:

Espíritu Santo, ilumínanos a mí y a _______________________ (decir el nombre de la madre de la otra familia) para que cuidemos a los nuestros con el amor que tu madre cuidó de ti.  Ilumínanos para que, al igual que la Madre de nuestro Salvador, vivamos bajo tu transformante acción, agradando al Padre en cada uno de nuestros actos, y para que fluya de nosotras la caridad a fin de constituir una familia cristiana donde reine la paz, el amor, la sinceridad y donde el odio, el egoísmo y la desesperanza no tengan cabida.  Haznos comunicativas, para poder dar a los que dios nos ha encargado, todo nuestro celo y protección.  Amén.

Oración Final

Padre, que nos has dado una familia en la que todos nos ayudamos y somos felices, te pedimos bendecir nuestra familia y la familia ____________________.  Bendice nuestros trabajos y tareas de todos los días para que cumplamos con más ganas y alegría la tarea que nos toca hacer a cada uno de los miembros de estas dos familias.  Amén.

Final

Todos los miembros de la familia se toman de las manos y rezan juntos un Padre Nuestro.  Se encienden las luces.

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