lunes, 23 de noviembre de 2009

Adviento en misión



El próximo domingo se inicia el tiempo de Adviento y un nuevo año litúrgico.  Adviento como preparación para la Navidad es un tiempo muy especial en el que la Iglesia nos anima a meditar, a examinar nuestras vidas, nuestros actos, nuestros pensamientos, de cara al Dios que adoramos, el Rey de Reyes.  Es renovar y vivir constantemente esa preparación para la venida del Señor.  Como nos indica el Catecismo #524: "...participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida."

La buena noticia que se nos anuncia en Navidad debemos hacerla vida, a través de la reflexión y conversión personal a la que estamos llamados especialmente, a la participación activa en las celebraciones, en las festividades, y también en las obras para con los hermanos.  Debemos poner por obra la alegría que hemos recibido, y hacer misión en nuestro ambiente, en nuestro propio hogar, en nuestro barrio y nuestra comunidad.  Queremos compartir la siguiente reflexión que nos motiva a hacer una Navidad Misionera, siguiendo el llamado de nuestros obispos de América, a ir mar adentro, a llevar la alegría del nacimiento de nuestro Señor a los necesitados de nuestro amor.

Navidad Misionera

Para el enfermo, el anciano, para todas las personas que sufren, la navidad pareciera quedar sin contenido, porque mientras los demás sonríen y gozan, ellos muchas veces se ven relegados en un profundo aislamiento.

Sin embargo, si reflexionamos, también estas personas, a su forma y modo, pueden vivir inmersos en una gran alegría, porque saben que pueden ofrecer sus dolores y sus limitaciones por los misioneros de todo el mundo.

Esto debe ser una fuente de regocijo, al dar a conocer, como en tiempo de los pastores y reyes magos, a Cristo como la estrella refulgente del mundo.

En otras partes del mundo los niños de la Infancia Misionera, acostumbran entregar una estrella a la gente, recordando que es Cristo Jeús, así también por qué no, cada enfermo, anciano y cada uno de los que sufren, en las fiestas navideñas puedan manifestar a los demás con su paciencia y su valentía, el don mesiánico de la paz y el amor, que Cristo al nacer nos ha traído al mundo.

Por eso hermanos y hermanas, si nos corresponde sufrir en esta navidad, seamos portadores de la estrella que nos recuerda la paz y esto sería el mejor regalo que podemos ofrecer a los demás.

Pbro. José Angel Durán Guzmán
Canónigo honorario
Secretario Nacional de la Pontificia Unión Misional
Promotor Nacional de la Unión de Enfermos Misioneros
Obras Misionales Pontificias



Meditación

¿A quién me comprometo a visitar en este tiempo de adviento y navidad? ¿Qué mensaje voy a llevar esta navidad a aquel de quien estoy alejado? ¿Qué nuevo hábito bueno voy a comprometerme a desarrollar a partir de este adviento para crecer en las virtudes?


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