¡Al fin Noche Buena! hoy empieza el tiempo de Navidad. Cuando éramos pequeños, quizá sentíamos una gran alegría porque sin duda llegaba el momento de abrir los regalos. Es posible que uno no pensara profundamente, incluso tal vez ni siquiera superficialmente en el significado de la Navidad y el por qué de esa alegría.
Luego, igual, Navidad tal vez pudo ser muchas veces una fiesta social, preparada con cuidado, poner y adornar el árbol y el portal, con adornos que se quitan justo después del 25 y una gran comida con fiesta, discoteca o pólvora. Es posible incluso que haya significado todo lo contrario. Un recuerdo de gran dolor, por la muerte de un ser querido en estas fechas, la sombra de los que no están con nosotros, o de lo que no logramos, o de lo que no fuimos otro año más.
Sin embargo, llega hoy otra vez. Como un día particular en la historia, en mi historia. Porque esta Noche Buena, no es igual a ninguna otra. Esta es la de hoy. Y es hoy que Jesús encarnado de una mujer virgen, irrumpe en el el mundo, en mi mundo, en mi historia. Él lo hace. Y yo, si quisiera, me daría cuenta.
Hay mucho que revisar, mucho que cambiar para que el nacimiento de Jesucristo sea en mí, todos los días Navidad. ¿Qué trae a mi corazón Jesús? por que hoy es Jesús una vez más, que viene con su amor incondicional a decirme: ¡estoy aquí contigo!
No tengo nada que darte así que igual que Pedro, te doy lo que tengo, al mismo tiempo, lo que más amo:
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