viernes, 1 de junio de 2012

Paraliturgia al Sagrado Corazón: El Corazón traspasado de Cristo -1-



En este mes de junio iniciamos el camino de celebrar al Corazón de Jesús en nuestra Iglesia.  Luego de un largo silencio de este blog durante la Pascua, retomamos con alegría este compartir experiencias desde el Corazón de Cristo.  En Él y hacia Él sea dirigida siempre nuestra esperanza.

El jesuita Jose Luis Urrutia S.J., en su Devocionario Católico, nos propone 30 paraliturgias para celebrar este mes.  Se pueden usar nueve, para hacer la novena al Corazón de Jesús.  Pueden usarse a públicamente o en privado.  Aquí queremos compartirlas para que las difundamos, las usemos, principalmente para que nos ayuden a caminar este mes, profundizando cada día en este misterio del amor de Dios por los hombres, y por cada uno de nosotros específicamente.

El esquema que propone el padre Urrutia es el siguiente:

  • Canto inicial (mejor exponiendo el Santísimo)
  • Lectura evangélica
  • Homilía
  • Meditación personal (unos minutos de silencio)
  • Oración de los fieles
  • Bendición (con el Santísimo o el Sacerdote)
  • Canto final

(puede agregarse rezo de las letanías, del rosario, del viacrucis, etc.)

Día 1. El Corazón traspasado de Cristo 

Canto inicial



Lectura evangélica 

"Si alguno tiene sed, venga a mí; y beba el que crea en mí.  Pues como dice la Escritura: 'Brotarán de su Corazón ríos de agua viva'.  Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que recibirían los que creyesen en él." "Al llegar a Jesús, como vieron que ya había muerto, no le rompieron las piernas, sino que uno de los soldados con la lanza le atravesó el costado, y salió entonces sangre y agua.  Y el que vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice la verdad, para que vosotros creáis también.  Eso ocurrió para que se cumpliera la Escritura: No le romperán un hueso.  Y otro pasaje que dice: Mirarán al que traspasaron" (Jn 7, 37-39; 19,33-37).

Homilía

El agua viva que Cristo prometió brotaría de su Corazón, salió en su muerte, consumada al ser traspasado su Corazón por la lanza.  La muerte de nuestro Salvador es nuestra salvación y nuestra vida.  Con su muerte se constituye la Iglesia, se instituyen los sacramentos, se nos comunica el Espíritu Santo, río de gracia.  Pero es el mismo Cristo quien ha simbolizado en su Corazón traspasado su muerte redentora y la fuente de gracias.  Para darnos muerte redentora y la fuente de gracias.  Para darnos de nuevo a entender que el motivo de su muerte y de la gracia que nos hace hijos de Dios, es el amor.  ("Tanto amó Dios al mundo que le dio su Hijo único" Jn 3,16, "como propiciación por nuestros pecados" 1 Jn 4,10, "Ved el amor de Dios que nos ha concedido ser hijos suyos" 1 Jn 3,1).  Y quere Cristo que vayamos a Él y bebamos de esa fuente:  ¿No es esto proponernos ya la espiritualidad de su Corazón, Corazón bueno y humilde -Mt 11,29- del cual hemos de aprender?  Después revelaría a Sor Margarita María, hoy canonizada: "Este es el Corazón que tanto ha amado a los hombres".

Por ello dicen los Papas hablando de la devoción al Corazón de Jesús: "Es un culto al amor con  que Dios nos amó por medio de Jesús".  "Nadie llegará a sentir  debidamente a Jesucristo crucificado, si no penetra en los más íntimos secretos de su Corazón" (Pablo VI, "Diserti interpretes").

Meditación personal

¿Qué me dijo hoy Dios a través de esta lectura y meditación? ¿Cómo puedo aplicarlo a mi vida diaria?

Oración de los fieles (todos los días)

Al celebrar hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,

roguemos al Señor. - Te rogamos óyenos.

Por la santa Iglesia de Diso nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,

roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI, con su firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,

roguemos al Señor.

Por todas las naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad.

roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotros la humilidad y la comprensión,

roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


Bendición


Canto final (luego de la bendición, latín)

Alma Redemptoris Mater,
quae pervia caeli Porta manes, 
et stella maris, 
succurre cadenti, 
Surgere qui curat, 
populo: tu quae genuisti, 
Natura mirante, 
tuum sanctum Genitorem Virgo prius ac posterius, 

Gabrielis ab ore Sumens illud Ave, 
peccatorum miserere.

(traducción español)

Madre del Redentor, virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo creador,
y permaneces siempre virgen.
Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores

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