sábado, 30 de junio de 2012

Paraliturgia del Sagrado Corazón: La esperanza cristiana -30-


Día 30.  La esperanza cristiana

Canto inicial




Lectura evangélica

"Os doy  mi palabra: lloraréis y os lamentaréis.  Mientras el mundo se alegrará, vosotros os afligiréis.  Pero vuestra aflicción se convertirá en alegría.  La mujer, cuando da a luz, se aflige, porque llegó su hora; pero cuando ha nacido el niño, ya no se acuerda del dolor, por la alegría de que ha venido un hombre al mundo.  También vosotros ahora tenéis aflicción; pero volveré a veros, y se alegrarán vuestros corazones, y vuestra alegría nadie os la quitará" (Jn 16, 20-22).

Homilía

El Corazón de Jesús promete a sus seguidores la paz y la esperanza en este mundo, pero con cruz, como El.  Después vendrá el gozo perfecto.  Después vendrá el gozo perfecto.  Después se nos dirá:  "Venid benditos de mi Padre, a recibir el reino que os está preparado desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).  Reino de Cristo, "la Jerusalén celestial que bajará del cielo engalanada como una novia, donde no habrá ni muerte, ni llanto, ni pena.  Su resplandor semejante a las piedras preciosas.  No necesitará sol ni luna, pues el Cordero será su luz, y no habrá más noche" (Apoc 21). 

Allí seremos felices con la misma felicidad de Dios.  Cuando Cristo Jesús ponga toda su omnipotencia divina al servicio de su Corazón para premiar a sus leales, y premiarlos a lo Dios.  Pues "el hombre no puede ni imaginar lo que Dios tiene preparado para los que le aman" (1 Cor 2, 9).  Por eso, "todos los padecimientos de esta vida no se pueden ni comparar con la gloria que nos espera" (Rom 8, 18), ya que "un momento de tribulación nos reporta una cantidad de gloria eterna, mayor de cuanto podamos calcular" (2 Cor 4, 17).

Fabulosa esperanza cristiana que ha de iluminar todas nuestras horas; las horas difíciles y grises, y la hora trágica de la muerte, que ha de ser esperada más que con temor con ilusión, como el comienzo, al fin, de las vacaciones plenas, sin fin.

Meditación personal

¿Qué me dijo hoy Dios a través de esta lectura y meditación? ¿Cómo puedo aplicarlo a mi vida diaria?

Oración de los fieles

Al celebrar hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,

roguemos al Señor. - Te rogamos óyenos.

Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,

roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI, con su firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,

roguemos al Señor.

Por todas las naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad.

roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotros la humildad y la comprensión,

roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Bendición



Canto final

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