domingo, 3 de junio de 2012

Paraliturgia al Sagrado Corazón: La encarnación -3-


Sigamos con ánimo este camino del mes del Corazón de Jesús, celebrándolo de la mano del padre Jose Luis Urrutia S.J.

Día 3. La Encarnación 

Canto inicial


Lectura evangélica

"A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una muchacha virgen prometida a un hombre llamado José, de la estirpe de David: la virgen se llamaba María.  El, entrado ante ella dijo: Alégrate, la llena de gracia, el Señor está contigo.  Pero ella ante esas palabras, se turbó, preguntándose qué podría ser ese saludo.  El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.  Mira, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.  Este será grande: se llamará Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y reinará sobre la casa de Jacob eternamente, y su reino no tendrá fin.  Pero dijo María al ángel: ¿Cómo será eso, puesto que no tengo que ver con ningún hombre?  El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te dará su sombra; con lo cual el que ha de nacer será santo y se llamará Hijo de Dios" (Lc 11,26-35).

Homilía

¡Tanto amó Dios al mundo! ¿Quién hubiera imaginado que llegase el Creador a hacerse criatura? ¿Quién se hubiera atrevido a pedirle semejante señal de su amor? Y lo hace a lo Dios.  Que no es aparatosamente, sino cuidando todos los detalles hasta el extremo: con la mayor delicadeza, sencillez y austeridad (en esta economía terrena de prueba y de pecado) para darnos ejemplo y constituir la Iglesia.

Desde el momento que Dios se hace hombre, los hombres estamos llamados a incorporarnos a Dios mediante la gracia.  Cristo, el Dios hecho hombre, es la Cabeza del Cuerpo místico cuyos miembros somos todos los sarmientos unidos a la vid.  De El, la vid nosotros recibimos la vida, la gracia, es decir, el ser hijos de Dios y herederos de su reino.  Cristo es el nudo que nos une con Dios; en Cristo y por Cristo somos injertados en Dios.

Dios tiene ya un Corazón de hombre para amarle más de cerca, comprenderle mejor, y para que podamos reclinar sobre él nuestras cabezas aturdidas o angustiadas.  Corazón de Dios solitario, porque vino a los suyos y los suyos no lo recibimos.  Corazón de Jesús que busca alguien que quiera consolarle, ser su amigo, admitirle en su casa.  Está en tu puerta y llama.  ¿Le abrirás?


Meditación personal


¿Qué me dijo hoy Dios a través de esta lectura y meditación? ¿Cómo puedo aplicarlo a mi vida diaria?


Oración de los fieles 


Al celebrar hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,

roguemos al Señor. - Te rogamos óyenos.

Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,

roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI, con su firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,

roguemos al Señor.

Por todas las naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad.

roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotros la humildad y la comprensión,

roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Bendición


Canto final

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