jueves, 14 de junio de 2012

Paraliturgia al Sagrado Corazón: La unión con Cristo -14-


¡Que cada día Señor, estemos más profundamente sumergidos en tu Corazón!

Día 14. La unión con Cristo

Canto inicial





Lectura evangélica

"Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el viñador.  Todo sarmiento que no dé fruto en mí , lo quitará, y todo el que dé fruto lo limpiará para que dé más fruto.  Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he dicho: quedaos en mí, y yo en vosotros.  Y así como el sarmiento no puede dar fruto si no sigue en la vid, tampoco lo daréis vosotros si no os quedáis en mí.  Yo soy la vid, vosotros los sarmientos.  El que se queda en mí, igual que yo en él, da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada.  El que no se queda en mí, es tirado fuera como el sarmiento, y se seca; luego los reúnen y los echan al fuego, y arden" (Jn 15, 1-6).

Homilía

Cristo es el eslabón que nos une con la Divinidad, por El y a través de El, recibimos la gracia, la vida divina, y por El,  unidos a El, heredaremos resucitados, la incorporación y participación gloriosa de Dios en una feliz e inacabable bienaventuranza.

Nuestra unión con Cristo es el sí o el no de nuestro destino eterno.  Nuestra luz - luz del mundo (Mt 5, 14)- estará encendida o apagada, según que estemos o no en contacto con la luz de los hombres (Jn 8, 12).

Y "la unión con Cristo se logra perfectamente por medio de la devoción al Corazón de Jesús", enseña sin duda alguna Pío XII (AA. 40 [1948] 500).

Llegamos a unirnos plenamente con una persona cuando la conocemos íntimamente y la amamos.  Pues bien, esta espiritualidad "es la que mejor conduce a conocer íntimamente a Cristo" "en cuyo Corazón están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y la ciencia" (Pío XI, Mis. Red.).

Por el camino del amor, si amamos a Cristo y nos sentimos amados por El, penetraremos en sus pensamientos y sentimientos, los haremos nuestros y nos compenetraremos con El.

Mediante la fe y la confianza, en la comunión, en la práctica de la consagración y en el trato especial, hemos de realizar nuestra unión a Cristo por el camino de su Corazón.


Meditación personal

¿Qué me dijo hoy Dios a través de esta lectura y meditación? ¿Cómo puedo aplicarlo a mi vida diaria?

Oración de los fieles

Al celebrar hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,

roguemos al Señor. - Te rogamos óyenos.

Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,

roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI, con su firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,

roguemos al Señor.

Por todas las naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad.

roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotros la humildad y la comprensión,

roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Bendición


Canto final


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